Quorum en Elche

Dos pescantes compensados, con un sistema de extrema ligereza, materializan un gesto estructural presente desde el primer boceto arquitectónico. Un sistema de pórticos muy próximos entre sí, conduce a una estructura de “palillería”, que solo concentra el músculo en los testeros de hormigón armado.

El inconveniente que presenta un pescante en relación al giro en el arranque del voladizo, se resuelve en este proyecto de forma natural y sencilla, oponiendo otro pescante, de forma que se compensan mutuamente, para conseguir una banda central, ligera y ausente de diagonales de rigidización, lo que permite albergar todo el sistema de circulaciones horizontales y verticales. Desde dicha banda central emergen los dos cuerpos volados, uno a cada lado, equilibrados entre sí, aunque en plantas sucesivas. Las aulas y despachos ubicados en las zonas voladas incorporan en sus divisiones intermedias las diagonales de rigidización que resuelven los voladizos de más de 10m, con un sistema ligero y eficaz. Los pórticos que no pueden diagonalizarse se apoyan en las vigas antepecho que coronan los extremos de los voladizos.

Los forjados de chapa grecada colaborante buscan reducir el peso propio de la estructura persiguiendo la máxima ligereza. En las cubiertas, no accesibles, la chapa grecada ni siquiera incorpora hormigón, sino que se le atornilla un doble tablero de madera.