Escuela Infantil Can Feliç en Benicàssim

Una fachada singular, de huecos abocinados, resuelta de forma certera mediante el mínimo de elementos dispares, buscando la sistematicidad del proceso constructivo, a la vez que conseguir el máximo de riqueza geométrica, determina la imagen exterior del proyecto desde el patio de los niños. El objetivo de relacionar las diferentes escalas de la ciudad y de los usuarios, los niños, es la razón de ser de la propuesta de la fachada volumétrica. El hormigón se presta al juego, sistematizando el módulo de encofrado metálico.

En el interior, los forjados de nervios in situ permiten la entrada de luz en el intereje. De nuevo, la prefabricación in situ, fusiona el mundo repetitivo de la industria, con el mundo flexible de la obra. La riqueza de texturas y formas encaja con la etapa formativa de los usuarios del espacio. El hormigón y la madera se acercan a los niños, permitiendo así una relación entre el mundo material y adulto, con el mundo del aprendizaje en base a la repetición y a la variación.

Los muros abocinados y las losas nervadas del forjado de cubierta se resuelven mediante hormigón armado, adaptándose a la geometría variable de cada uno de los espacios, pero materializando un conjunto unitario y cercano, que enlaza lo grande y lo pequeño.